En el marco del actual contexto que vive nuestra
Escuela de Periodismo, se hace de vital importancia generar espacios donde las
demandas y visiones del estudiantado lleguen hasta la dirección académica. Es
así como el Consejero de Escuela toma importancia, no sólo como un voto dentro
del Consejo, sino también como ente capaz de poner de manifiesto las temáticas
que los estudiantes reclaman se afronten y solucionen.
Esto nace de una convicción de que la escuela se
construye entre todos, y que un espacio de organización con los profesores no
puede ser despreciado, más aún pensando en los grandes desafíos que tiene esta
carrera en un mediano plazo: Acreditación, cambio de malla curricular y
mejoramiento de la infraestructura. Además de la urgente necesidad de lograr un
acuerdo respecto a los contenidos mínimos obligatorios que se deben impartir en
cada asignatura, para que así independiente del profesor, lo alumnos puedan
llegar con contenidos equivalentes a los cursos superiores.
Si bien el aspecto académico es fundamental en este proyecto, también lo es
la necesidad de generar influencia en la toma de decisiones de la escuela. Es
necesario que los estudiantes nos
posicionemos como un estamento activo, con una visión ética de nuestra
profesión, aplicándola al proyecto de escuela y a los cambios que esta
necesita.
Es evidente que un voto dentro del consejo parece muy
poco importante ante los seis votos que poseen los profesores de planta.
Lectura que es correcta, pero incompleta. El verdadero valor de este espacio es
la capacidad de generar vínculos mediante los cuales trabajar juntos en el
mejoramiento de la escuela y además poder conseguir más espacio dentro del
mismo consejo, para así lograr un gobierno estudiantil más representativo y con
mayor participación.
¡La escuela la mejoramos entre todos! ¡A copar los
espacios y trabajar por la escuela, la universidad y los estudiantes!
Por Rubén Espejo, Candidato a Consejero de Escuela.
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